Madre, me gustaría saber los motivos por los cuales tu ahora me haces sufrir. No tengo un refugio, nadie con quien pueda desahogarme exponiéndole mi situación, que me destroza interiormente por momentos, completamente catastrófica y que no tiene ni la mínima imagen de que vaya a ser modificada. Si tuvieras una pequeña idea de cómo tus amenazas y actos como lanzas se clavan en mis costados provocando mis mínimas expectativas respecto a la vida creo que recapacitaría, dejarías de rellenar el vaso para llenar la nevera, me darías una estabilidad sentimental y me ayudarías a apartar este pensamiento, en el cual, estoy sola ante el mundo. Pero no te interesa porque hay ciertas acciones que repercuten tanto en tu vida que las sustituyes es por el amor de tu niñita ¿lo recuerdas?, creando a la vez un deseo interior de gritarle al mundo lo injusto que ha sido al castigarme de esta manera, porque para mí, la vida de esta manera es un castigo.

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