4 may 2012

Act like a lady think like a boss


Era muy tímida, por lo que en ese instante no se podía permitir contestarle. Las palabras no salían de su boca, sentía dolor interno. Ese tipo de dolor que no te permite levantar cabeza y que hacía que pudieras estar horas y horas llorando sin que las lágrimas se acabaran. Puede que lo necesario para dejar de sentirse mal consigo misma en ese momento hubiera sido decir insultos o comentarios desagradables, pero no, se aferró a su compostura y puso la otra mejilla. Demostrando en ese acto valentía como la niña había pasado a ser mujer y como la debilidad había sido cambiada por vigor, fortaleza y firmeza.

1 comentario: