1 dic 2012

La verdad sobre aquellos ojos aceitunados

Está sentada enfrente mío, con las piernas cruzadas. Aparta su mirada de la mía, para seguir manteniendo sus aceitunados ojos puros de lágrimas llenas de dolor. Intenta sonreír. Pero no lo consigue, no tiene motivos suficientes para llevarlo a cabo. Ya está cansada de seguir con una farsa, no es capaz de seguir en aquellas condiciones. Y entonces, como un huracán, arrasando con todo, se derrumba ante mí. Todas aquellas veces que había fingido tener el estado de ánimo perfecto y el humor que tanto la caracterizaba, se esfumaron como una calada de un cigarrillo con el empañamiento de sus ojos. Se derrumba. Sigue sin lograr mirarme a los ojos. Su rostro es un dilema que mezcla lágrimas de desilusión, humillación y desolación. Comienza a sollozar y a empapar, con sus propias lágrimas, los puños de su jersey de cachemir grisáceo. Me siento pequeño ante aquella situación, no sé cómo actuar, por lo que improviso. Me siento a su izquierda y espero a que me de alguna explicación razonable que me saque de mi asombro.
-Es, tan solo, que me he cansado de no ser suficiente en nada...- Pronunció en un susurro, con palabras llenas de dolor. No pude reaccionar ante aquellas palabras. Algo en mi me lo impedía.-Esta vez ya no tengo fuerzas suficientes de poner la otra mejilla y hacer como si no hubiera ocurrido nada.
Sus lágrimas siguen brotando de sus ojos, empapando sus blanquecinos pómulos, pero esta vez sí que consigue mirarme a los ojos para sentenciar nuestra conversación.
-En esta ocasión, la chica que consuela necesita ser consolada.- Sentencia mirándome a los ojos y con una sonrisa vacía, sin emoción.
Puede que esta fuera una simple depresión “semanal” que las mayorías de adolescentes sufren, pero no lo era. Se puede percibir un carácter de desilusión anormal. Mi impresión ha  sido demasiado grande debido a que no la había visto llorar antes, y a que siempre he tenido una imagen sobre ella de chica fuerte y segura de sí misma, pero hasta el más fuerte de los muros se derriba, y eso es admirable. Sin más exaltación, me acerco a ella y paso mi brazo por sus hombros, haciendo que su cabeza se hunda en mi pecho y que encuentre un consuelo en el que seguir derramando lágrimas.

22 jun 2012

La caja de los deseos


Me puse de pie, logrando observar desde otra perspectiva aquel desorden que cubría el suelo de aquella pequeña pero luminosa habitación. Cinco cajones consecutivos repletos de tratos sucios y viejos fueron los culpables de que perdiera tres valiosas horas de mi tiempo personal pero, al parecer, mi destino no era aburrirme.
Aquella tarde mi destino me implicó en un sentimiento poco común en mi, “nostalgia”. No era propio que mi orgullo me permitiera bajar la cabeza y experimentar aquello que una pequeña caja repleta de fotos de las pequeñas escapadas que, como suspiros, habían pasado ante mí durante todos los años de mi vida. El Time Square adornado con luminosos carteles de musicales, El Big Ben mostrando su antiguo e imponente reloj marcando las doce en punto, puestos de tablas de surf californianos, los lujosos coches de Los Ángeles, y la noche parisina mostrando el porque es llamada “la ciudad de la luz”. La Torre Eiffel iluminada por más de mil bombillas permitían ver los alrededores de esta; un carrito de bebe, una pareja de ancianos, y una camisa blanca acompasada de unos ojos verdes grisáceos, que escondían un te quiero en cada diminuta vena que recorrían su retina, eran las características más destacadas de él  que durante estos dos años e habían acompañado en todo momento.

4 may 2012

Act like a lady think like a boss


Era muy tímida, por lo que en ese instante no se podía permitir contestarle. Las palabras no salían de su boca, sentía dolor interno. Ese tipo de dolor que no te permite levantar cabeza y que hacía que pudieras estar horas y horas llorando sin que las lágrimas se acabaran. Puede que lo necesario para dejar de sentirse mal consigo misma en ese momento hubiera sido decir insultos o comentarios desagradables, pero no, se aferró a su compostura y puso la otra mejilla. Demostrando en ese acto valentía como la niña había pasado a ser mujer y como la debilidad había sido cambiada por vigor, fortaleza y firmeza.

17 feb 2012

'Cause we're fading away...


Otra vez la historia se repetía, otra desilusión mas llegaba a su vida. Pretendía dar la imagen de que era fuerte y que nada la importaba pero en realidad  ya estaba harta de que todo lo que parecían hacer era discutir una y otra vez, sin motivo aparente. Esto la destruía poco a poco, se preguntaba que tenía que hacer para dejar de llorar por siempre, ya no era risueña, ni segura de sí misma, ni fuerte…
Tras unos minutos recapacitando en la cama abrió los ojos y se dio cuenta. Hoy ya era demasiado tarde para seguir con una mentira tan abundante, debía de saltar de este tren, estuviera bien o mal, y huyó, sin más se fue y desapareció de su vida antes de comenzara a desvanecerse esa ridícula relación que solo la llevaba al sufrimiento.

15 ene 2012

thinking selfishly: I love you



Añoraba aquellos momentos en los que tenía toda la libertad sentimental y física que quería. Pasar toda la noche entre alcohol y compañeros era sencillo y divertido. Desde el punto de vista del presente era un lujo no tener que dar ninguna explicación y esa sensación de estar atrapada junto a alguien en esas cuatro paredes hacia que la velocidad de los latidos de mi corazón aumentara, no me sentía cómoda pero tampoco tenía ninguna necesidad de alarmarle con aquellos estúpidos pensamientos. Mentiría si dijera que no le quiero y que me hacía sentir como nadie, sin excepción ninguna, me hacía sentir con una mirada o un beso. En realidad, merecía la pena agobiarme puntualmente. Le quería demasiado como para dejarle escapar de mis brazos, no era fácil pero merecía la pena.

28 dic 2011

Pensamientos de una enamorada

Fue en una de esas escapadas en las que intentaba huir de todo. Un mapa de las calles de París y el terrible frío que hacía provocaban que me arrepintiera de mi existencia en ese instante, no podía pedir ayuda a nadie, ni sabía hablar francés ni había ninguna manera de comunicarme con ellos. Pero, tras varios minutos de desesperación y suspiros, apareció él. Mi pequeña salvación se convertiría en mi locura de hoy en día, apareció tras la capucha de una sudadera desgastada que escondía unos ojos color azul cielo en los que me podía ver reflejada. Ojala no me hubiera perdido ni te hubiera mirado fijamente a los ojos porque de esta manera no me habría enamorado de ti y mi escapatoria no se habría convertido en otra inquietud.

12 oct 2011

La vida-castigo

Madre, me gustaría saber los motivos por los cuales tu ahora me haces sufrir. No tengo un refugio, nadie con quien pueda desahogarme exponiéndole mi situación,  que me destroza interiormente por momentos, completamente catastrófica y que no tiene ni la mínima imagen de que vaya a ser modificada. Si tuvieras una pequeña idea de cómo tus amenazas y actos como lanzas se clavan en mis costados provocando mis mínimas expectativas respecto a la vida creo que recapacitaría, dejarías de rellenar el vaso para llenar la nevera, me darías una estabilidad sentimental y me ayudarías a apartar este pensamiento, en el cual, estoy sola ante el mundo. Pero no te interesa porque hay ciertas acciones que repercuten tanto en tu vida que las sustituyes es por el amor de tu niñita ¿lo recuerdas?, creando a la vez un deseo interior de gritarle al mundo lo injusto que ha sido al castigarme de esta manera, porque para mí, la vida de esta manera es un castigo.