La despedida

Estoy sentada en la parte trasera del coche, miro la hora, un suspiro remarcan todos aquellos momentos junto a ti, recordarlos provocan que rompa a llorar, no entiendo como he sido tan estúpida y orgullosa para llegar a este punto. Mi comportamiento hacia ti no tiene ningún perdón, he intentado tratarte como un niño trata a una marioneta, sin tener en cuenta tus sentimientos. Mis impulsos me pueden, y mando al conductor dar media vuelta hacia el aeropuerto, todavía quedan diez minutos para que el amor se depare en mi presente y futuro o pasar de largo. Un sentimiento de nostalgia se produce y se contagia en todo mi cuerpo al encontrarme con la situación más dolorosa de mi vida. Él esta embarcando y logra notar mi presencia, me acerco a él pero no logro decirle nada, él no me lo permite, simplemente con la mayor suavidad que pudo puso una mano n mi cintura y otra en mi mejilla, me besa sin explicación ninguna. Sabía lo que ese beso significaba, sabía que iba a coger ese avión y que esa era la última vez que le iba a ver, en ese momento mis mejillas se inundan de lagrimas y me quedo parada en medio del aeropuerto viendo como, hasta el momento, el único hombre del que he estado enamorada se iba emocionado, al igual que yo, dejándome sola ante el mundo y sin él.